
En el marco de la nueva Política Agraria Común (PAC) para el período 2023-2027, los ecoesquemas se han convertido en una herramienta clave para impulsar prácticas agrícolas más sostenibles en toda Europa. Pero, ¿qué son exactamente los ecoesquemas y cómo pueden beneficiar a los agricultores andaluces?
¿Qué son los ecoesquemas?
Los ecoesquemas son pagos directos que se ofrecen a los agricultores que voluntariamente implementan prácticas agrícolas que beneficien al medio ambiente y al clima. Se realiza mediante la figura de la “condicionalidad reforzada” esto es, condicionando una parte de las ayudas de la PAC a la realización de estas prácticas . Estas prácticas deben ir más allá de los requisitos ambientales básicos. Deben alinearse con los objetivos de la Unión Europea en materia de sostenibilidad, biodiversidad, y lucha contra el cambio climático con un enfoque de agricultura regenerativa y descarbonizada.
En pocas palabras, los ecoesquemas representan un incentivo económico para que los agricultores adopten métodos de producción más sostenibles, ayudando a preservar nuestros recursos naturales mientras continúan siendo productivos.
Objetivos de los ecoesquemas
Según ha comunicado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la nueva PAC, que se aplicará de 2023 a 2027, conserva los elementos esenciales de la PAC anterior, pero pasa de ser una política basada en la descripción de los requisitos que deben cumplir los beneficiarios finales de las ayudas a ser una política orientada a la consecución de resultados concretos, vinculados a tres objetivos generales:
a) fomentar un sector agrícola inteligente, competitivo, resiliente y diversificado que garantice la seguridad alimentaria a largo plazo;
b) apoyar y reforzar la protección del medio ambiente, incluida la biodiversidad, y la acción por el clima y contribuir a alcanzar los objetivos medioambientales y climáticos de la Unión, entre ellos los compromisos contraídos en virtud del Acuerdo de París;
c) fortalecer el tejido socioeconómico de las zonas rurales.
Estos objetivos generales se desglosan a su vez en nueve objetivos específicos, basados en los tres pilares de la sostenibilidad y complementados con un objetivo transversal común de modernizar el sector agrario a través del conocimiento, la innovación y la digitalización en las zonas rurales.
Prácticas para adaptarte a los ecoesquemas
Andalucía, con su rica diversidad agrícola y paisajística, ha adoptado estos ecoesquemas para responder a las necesidades específicas de la región. Aquí te mostramos algunas de las prácticas que los agricultores andaluces pueden implementar para acceder a estos pagos adicionales:
Cubiertas vegetales en cultivos leñosos: En cultivos como los olivares, viñedos y frutales, se promueve el mantenimiento de una cubierta vegetal viva. Esta práctica es esencial para prevenir la erosión del suelo y mejorar la biodiversidad.

Restos de poda en cultivos leñosos: se promueve que los agricultores utilicen los restos de la poda anual para mejorar la estructura del suelo y su calidad agronómica.

Agricultura de conservación: siembra directa. La Siembra Directa permite secuestrar casi 1 tonelada más de carbono por hectárea y año que el laboreo convencional, como viene demostrando iniciativas a nivel europeo como el proyecto LIFE Agromitiga Fuente: profesionalagro.com
Espacios de biodiversidad en tierras de cultivo herbáceos y cultivos permanentes: con el objetivo de paliar o revertir la tendencia de las aves agrarias, el mantenimiento y recuperación de hábitats y el mantenimiento y mejora heterogeneidad de paisajes agrícolas y elementos de conectividad.
¿Por qué son importantes?
Andalucía, con su fuerte tradición agrícola, enfrenta desafíos ambientales como la erosión del suelo, la desertificación y la pérdida de biodiversidad. Los ecoesquemas son especialmente relevantes en esta región porque ofrecen una vía para que los agricultores modernicen y adapten sus prácticas, enfrentando de manera efectiva los retos del cambio climático.
Además, estos esquemas no solo ayudan a proteger el medio ambiente, sino que también garantizan un apoyo económico en el proceso de transición hacia una agricultura más sostenible y competitiva.